domingo, 26 de octubre de 2014

"Náufragos de la Tierra" por Hugo Armando Ramos


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Revista Cosmocápsula número  11. Octubre – Diciembre 2014. Cápsulas literarias.


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Náufragos de la Tierra


Hugo Armando Ramos





Horacio mira a Elvira. ¡Se ve tan joven en la proa del Titanic! Es como si no hubiese nadie alrededor, piensa.


El cielo parpadea un par de segundos igual que el cartel de una marquesina en cortocircuito. Se apaga y enciende intermitente.


Igual que ayer —dice, ofuscado.


Fue solo un instante, mi amor —Elvira le resta importancia al asunto—. ¿Ves? Ya está estrellado y limpio de nuevo.


La abraza y la besa apasionadamente junto a la baranda de la proa.


Date la vuelta y extendé los brazos —le dice—. Mirando al mar.


Déjate de joder, Horacio —contesta ella ruborizada—. Ya no estamos para estas cosas. Se van a reír de nosotros.


¿Cómo que no? —dice, haciéndose el enojado—. ¿Me estás diciendo que estoy viejo? Fíjate en el pelado y la pelirroja, deben de tener nuestra edad y parecen dos tiernos adolescentes.


Está bien —se convenció Elvira—. Pero agárrame fuerte, esto me da vértigo.


Dale, subí a la baranda que yo te tengo.


¿Así? —Elvira sube y extiende los brazos.


Así —Horacio sube detrás, la agarra de la cintura y extiende los brazos junto con ella. La besa en el cuello y le pide que cierre los ojos. Él también los cierra. Y se dejan acariciar por la suave y helada brisa del Atlántico Norte.


Un sacudón del barco y quedan apretujados.


¡Epa! —dice ella con un tono irónico—. Te estás aprovechando.


Horacio ni alcanza a contestar: otro sacudón mucho más fuerte y prolongado los desparrama por la cubierta.


Suena una sirena y la gente corre por la cubierta, algunos desesperados, vociferando los nombres de sus hijos, de sus padres, de sus parientes.


Los tripulantes del Titanic se apuran a desenganchar los botes salvavidas.


En el medio de la cubierta y del caos, una mujer grita con terror que qué fue ese sacudón.


Un flacucho tripulante, que no llega ni a los veinte, la mira más aterrado que ella.


¡Chocamos contra un iceberg, señora! ¡El Titanic… el Titanic se hunde!


La mujer echa a correr como loca por toda la cubierta del barco. Finalmente, no puede controlar el pánico y se arroja por la borda.


Horacio y Elvira, la ven perderse en las aguas del océano junto a otras personas que, no saben si tomaron la misma y desgraciada decisión de la pobre mujer, o no tuvieron la misma suerte que ellos de mantenerse sobre la cubierta.


El Titanic se está hundiendo. La proa se eleva cuarenta y cinco grados, el agua se mete por todos lados. Y el cielo vuelve a parpadear.


Elvira se desliza por la cubierta y va directo al interior del barco. Horacio se suelta de la baranda y la sigue.


¡Elvira! —grita con fuerzas mientras siguen rodando hacia el fondo del salón de fiestas.


La orquesta continúa tocando una música alegre que contrasta con ese infierno, donde los muebles flotan acá y allá.


Elvira rueda escaleras abajo, y Horacio sigue el mismo camino unos metros atrás. Por fin chocan contra algo, se detienen.


Todo es penumbra. La luz de la bodega es muy pobre y titila, pero alcanza para ver un automóvil. Es un Rolls-Royce.


¿Estás bien? —dice Horacio ayudando a levantarse a su mujer.


Sí, estoy bien. ¡Qué caída! Fue tan…


Y él se sobresalta cuando algo aparece de golpe en la luneta del Rolls-Royce. Una mano contra el vidrio empañado. Y oye gemidos desde el interior del auto.


¡Shhh! —dice Horacio—. No interrumpas, que están garchando.


¿Qué hacemos? —pregunta Elvira. El agua ya le llega a las rodillas.


Y… nos vamos —dice el marido—, el auto ya está ocupado —se ríen.


Horacio da un golpecito al baúl del Rolls-Royce, y salen de la bodega en busca de una salida.


Se cruzan a mucha gente con chalecos salvavidas.


En uno de los pasillos, encuentran al pelado y a la pelirroja.


¿No es fantástico? —dice el pelado—. Nunca imaginé que llegaría a vivir esta experiencia.


Horacio está a punto de contestarle, cuando el capitán hace su aparición en el pasillo. Pasa, parece mirar a Elvira. Seguramente se dirige hacia cubierta.


Los cuatro caminan con el agua hasta la cintura. El pelado no para de hablar boludeces: recita hasta el último detalle de la construcción del Titanic, las medidas, los materiales, el tiempo que emplearon en construirlo, el nombre del ingeniero. Tantas cosas que Horacio piensa que le va a estallar la cabeza.


Y entonces… sucede: el capitán voltea hacia ellos, parece mirarlos. Su imagen parpadea unos segundos y se desvanece en el aire. Horacio mira a Elvira, y maldice en voz baja.


Han llegado hasta el salón de fiestas. La orquesta aún sigue tocando. La barra de tragos se va desvaneciendo. Y el decorado, el techo, el piso, las paredes y el agua desaparecen. Desaparece el Titanic entero. Ya no se oye la música.


El cielo se prende y apaga. Y hasta el océano y el cielo mismo se esfuman.


¡La puta madre! —dice Horacio caliente como una pipa.


Se quita el casco de realidad virtual y lo estrella contra el piso del cine. También arroja el traje con todos los sensores y la conexión Wi-fi.


¡Pero, tranquilízate, Horacio! —dice Elvira.


Cálmese, hombre —dice también el pelado.


¡Pero cómo me voy a calmar, si este cine de mierda es el segundo día que se burla de mí y de usted! De usted, pelotudo, que no deja de hablar boludeces todo el tiempo. ¡Me cago en Virtualmovie y en la bosta de sistema que tiene! Vine porque hoy entraba gratis.


¿Cómo conseguiste entrar gratis? —largó el pelado.


Ayer nos pasó lo mismo que hoy, ¿sabés? Lo mismo, pero antes, recién empezada la película.


En ese momento, una imagen algo borrosa, confusa, parpadea hasta quedar nítida ante ellos.


Le pido mil disculpas —dice el holograma de un tipo con uniforme de Virtualmovie—. El problema es general, no es solo nuestro.


¿¡Pero por qué no apagás ese holograma de mierda y venís a decírmelo en la cara!? —brama Horacio.


No se puede, señor. El holograma es generado por computadora, la imagen es para su comodidad de interlocución. No existe esta persona física.


¿No me digas? ¡Mirá vos! ¿Pero qué te crees, que nací en el siglo xx yo? A esta computadora y al holograma de mierda que genera lo manejás vos, quien carajo seas y donde mierda estés.


Solo soy un empleado, señor —dice la voz metálica de la imagen.


El tipo tiene razón —piensa Horacio—. Es nada más que un empleado de Virtualmovie.


Es que ayer nos pasó lo mismo —dice Horacio más calmado—, y nos dieron un pase libre para hoy.


Lo sé, y le pido disculpas en nombre de Virtualmovie. Como le dije anteriormente, es una falla general.


Comprendo —dice Horacio con un relajado tono de resignación.


Mire —dice la imagen—, vamos hacer lo siguiente… Están reparando la falla, y pronto van a reiniciar el sistema. Apoye su mano acá (y apareció una pantalla en el aire). Virtualmovie le pide mil disculpas y le regala un año de entradas gratis para todas las funciones. Incluidas las Premium. Para usted y un acompañante.


Horacio abre los ojos bien grandes, y coloca la mano en la pantalla antes de que el holograma se arrepienta.


¿Y nosotros? —dice el pelado sabelotodo.


Para usted también hay —le dice el holograma—. Apoye la mano, vamos.


¡Genial! —exclama el pelado—. Esto es gracias a vos, hermano, que la peleaste lindo —le dice a Horacio, y hace un gesto de que lo tiene en el corazón—. Vamos, yo invito la pizza.


¿Y las cervezas?


Y las cervezas también. ¡Un año gratis de Virtualmovie! Pedí las cervezas que quieras.


A Horacio el pelado ya le está cayendo bien.


Contentos con el regalo, saludan al holograma. Y salen por avenida Corrientes para el lado del obelisco, en busca de una pizzería.


La noche está tranquila. La mayoría de la gente utiliza la cinta deslizadora, pero ellos prefieren andar a la antigua: caminando por la vereda. Las callecitas de Nueva Buenos Aires tienen ese… qué sé yo.


El obelisco asemeja una postal con los aerotaxis iluminados. Los bares y restaurantes, atestados de gente recién salida de cines y teatros.


Podemos tomar un aerotaxi hasta el nivel tres —dice el pelado—. Me hablaron muy bien de un restaurante italiano.


Mejor quedémonos acá —dice Horacio con su mejor cara de no me gusta tu idea—. Además, los otros niveles siempre están llenos de pibes boludeando con los deslizadores y la música al mango.


Caminan un par de cuadras y entran a La Nueva Cuartetas.


La verdad, piensa Horacio, no sé por qué, pero en este lugar la pizza es mucho más rica cuando se come de parado junto al mostrador.


De vez en cuando —dice—, al mediodía, salgo del taller mecánico y me pido dos de musa con fainá. Pero ahora, con las mujeres, mejor nos sentamos en una mesa.


En esa —dice la pelirroja—, al lado de la ventana.


Elvira toca la mesa y aparece el holograma con el menú.


¿Qué pedimos?


Yo quiero una de fugazzeta —le dice Horacio al pelado—. ¿Cómo te llamás, vos? Hace un buen rato que andamos juntos, y no nos presentamos.


Javier. Y mi esposa, Laura.


Se saludan y se ríen de la presentación tardía.


Me gusta la de fugazzeta —dice Javier—. Y también podemos pedir una con morrones. ¿Qué les parece?


Me gusta —acota Elvira.


Y Laura asiente.


Marcan el pedido.


Javier recuerda que él invita, y acerca su mano al posnet virtual.


Listo, ya pagué.


Hablan un buen rato, de sus familias, de todo un poco.


Javier y Laura cuentan que sus hijos estudian tecnología molecular, en Nueva Bretaña. Y que ellos se dedican a manejar un negocio de almacenamiento de datos para empresas Web.


Yo tengo un taller de aerotaxis —dice Horacio—. Hay mucha competencia, pero no me quejo. Tengo siete empleados y con Elvira ya pensamos en abrir otro taller en el nivel dos.


Javier dice que le presentará a un amigo que tiene una flota de aerotaxis.


Gracias —dice Elvira.


Vamos a casa a tomar un café —invita Javier—. Es en el nivel doce. ¡La vista es espectacular!


Con la condición de que el domingo vengan a casa a comer un asadito —dice Horacio.


¡Hecho!


Salen y caminan por Corrientes en busca de un aerotaxi.


Entonces sucede:


La sirena atrona por toda la ciudad. El obelisco parpadea una fracción de segundos y desaparece. Ellos cuatro se miran unos a otros.


Horacio nota que comienzan a desaparecer las vidrieras, los negocios, los edificios… La ciudad entera desaparece. O mejor dicho «el maquillaje» de Nueva Buenos Aires es lo que desaparece.


«Es un problema general» había dicho el holograma de Virtualmovie.


Se nos cayó la careta, piensa Horacio.


Y no sabe por qué, le viene a la memoria un poema de Borges. Uno que habla de Buenos Aires, de la calle que nunca pisó. Y recita para sí mismo: Es esa racha de milonga silbada que no reconocemos y que nos toca, es lo que se ha perdido y lo que será, es lo ulterior, lo ajeno, lo lateral, el barrio que no es tuyo ni mío, lo que ignoramos y queremos.


Se nos cayó la careta, se repite ahora. Y, sin careta, queda al descubierto la miseria humana.


A la vista de todos, quedan desnudos los esqueletos de hierro y paneles de los edificios. Sin los hologramas, Nueva Buenos Aires es una gran maqueta sin terminar.


Y tras el apagón general, ellos pueden verla.


¡Ahí está, sobre sus cabezas!


Ahí, más allá del último de los niveles, está el esqueleto de la cúpula que encierra a Nueva Buenos Aires. La cúpula en donde se proyecta el cielo. Esa que, ahora desnuda, deja ver la Tierra. El hogar de los antepasados, los que tuvieron que dejarla después de la guerra final.


Un planeta sin vida y radioactivo. Donde máquinas y robots trabajan día y noche enviando todo tipo de minerales a las distintas ciudades instaladas en la Luna.


La Tierra se ve hermosa y celeste.


Horacio y Elvira —y también sus nuevos amigos— han nacido en la Luna, bajo la cúpula. Horacio siempre se preguntó cuántas cosas se habría perdido. No existirá holograma alguno que le haga sentir la verdadera realidad de la Tierra.


El cielo vuelve parpadear en la cúpula. Se prende y apaga intermitente, al igual que el obelisco, las fachadas y la ciudad entera.


Nueva Buenos Aires acaba de reiniciar. Los cañones holográficos proyectan un cielo limpio y estrellado.


La gente vuelve a su rutina. La humanidad vuelve a esconder la mugre bajo la alfombra.


Los aerotaxis vuelan como luciérnagas alrededor del obelisco. Es una clásica postal, de la agitada noche de Nueva Buenos Aires.




Hugo Armando Ramos. Nací en Pellegrini (1962), un pueblito al oeste de Buenos Aires, casi al límite con La Pampa. Desde los cuatro años vivo en Merlo, en el gran Buenos Aires.




Estoy casado y tengo dos hijos. Soy conductor de trenes en el ferrocarril Urquiza.

Comencé a escribir a los 48 años, hace cinco. Llevo bien la cuenta porque fue unos meses antes de que nazca Tiziano, mi nieto. Y un par de semanas después de volcar con mi auto en el camino del buen aire. No sé, simplemente comencé a escribir, después muchos muchos años (de chico lo hacía, gané un concurso de cuentos en la escuela primaria).




Un día descubrí una página literaria en internet, y empecé a publicar mis primeros cuentos. Allí conocí gente muy copada que me alentó a seguir escribiendo, entonces decidí tomar clases de escritura, y descubrí el taller de Claudia Cortalezzi. Con quien sigo en la actualidad.

Actualmente, algunos de mis cuentos fueron publicados en la revista chilena “Fantasía Austral”, donde figuro como colaborador permanente. En la revista argentina NM (Nuevo mundo). Y también tengo publicado un cuento en el último especial de aniversario de Alfa Eridiani.



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Revista Cosmocápsula número 11. Octubre – diciembre 2014




"Náufragos de la Tierra" por Hugo Armando Ramos

Editorial. "Dualidad" por Pablo Concha

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Revista Cosmocápsula número 11. Octubre – Diciembre 2014. Editorial.


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Editorial. Dualidad


Pablo Concha



¿Qué es lo que hace buena la ciencia ficción? Tal vez suene mejor en inglés: What makes good science fiction? La pregunta se refiere de forma explícita a las historias (cuentos, novelas, películas). ¿Cuál es el criterio por el que se decide qué sirve y que no? No me refiero exclusivamente al criterio que manejamos en una revista como Cosmocápsula, sino como fan, como consumidor de fantasías. ¿Qué es bueno, que no es tan bueno? La respuesta debería ser muy simple y sencilla –para mí, al menos, lo es –: la dualidad. El reconocimiento y la total extrañeza de la realidad descrita. Lo familiar y a la vez bizarro envuelto en el mismo paquete. En la misma caja. Sobra decir que no todos son capaces de lograrlo, que no es tan fácil conseguir esa combinación o mejor deformación de elementos. Nuestra misión, nuestro objetivo aquí en Cosmocápsula es brindarles en cada número de la revista la mayor y mejor cantidad de esos “paquetes” posible. No es fácil, no es sencillo, el buen arte es difícil de producir y de encontrar pero nunca nos damos por vencidos. Esperamos que disfruten los que encontramos en esta ocasión y escogimos especialmente para ustedes.

Buen viaje.


Pablo Concha



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Revista Cosmocápsula número 11. Octubre – Diciembre 2014



Editorial. "Dualidad" por Pablo Concha

Ilustración de portada: “Constelación” por Le Yad

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Revista Cosmocápsula número 11. Octubre – diciembre 2014. Arte.


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Imagen de portada: Constelación


Le Yad



LE YAD (1981)


Editora de arte y diseño de Cosmocápsula. Licenciada en Diseño de la Comunicación Gráfica por la Universidad Autónoma Metropolitana, se ha especializado en el área de la Ilustración con cursos y talleres impartidos por la Academia de San Carlos, CONACULTA, Centro Cultural de España, entre otros.


Enfocada a la ilustración, la plástica y el Discurso visual. Su trabajo ha sido seleccionado en el 2009 por el Museo Mexicano del Diseño en el concurso de cartel “A la muerte con una sonrisa”, en el 2011 seleccionada en el Catalogo de Ilustraciones Infantiles y Juveniles de CONACULTA, mención en el 2012 en el XXIV Concurso de cartel “Invitemos a Leer” de CONACULTA, entre otros.


Además de coleccionar piedras de rio y dibujar día con día, ha participado en exposiciones individuales y colectivas, ha impartido talleres sobre la imagen plástica como transmisor de conceptos y ha fundado su propia marca de productos.


Actualmente es parte del proyecto de Asociación de Ilustradores en México y es directora y fundadora de “Taller de Sueños”, pequeño espacio dedicado a la lectura y ala ilustración.


Blog personal: http://simplemente-yad.blogspot.mx/


Oct-Dic-2014


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Revista Cosmocápsula número 11. Octubre – diciembre 2014



Ilustración de portada: “Constelación” por Le Yad

Revista Cosmocápsula número 11. Octubre – Diciembre 2014

Oct-Dic-2014Fundadores: Antonio Mora Vélez, Dixon Acosta, Juan Diego Gómez Vélez, David Pérez Marulanda.


Comité editorial para este número: Dixon Acosta, Pablo Concha, David Pérez Marulanda.


Diseño, ilustración y diagramación: Le Yad, David Pérez Marulanda.


Nota importante: COSMOCÁPSULA no se responsabiliza de las opiniones emitidas en ésta publicación. Lo expresado en cada texto o imagen es responsabilidad única de su respectivo autor.

El logotipo de Cosmocápsula es de © David Pérez Marulanda.
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A menos que se indique de otra manera, los contenidos publicados en esta revista están bajo Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

Colombia. 2014



ÍNDICE


(El índice se irá actualizando hasta el mes de diciembre, según se publiquen nuevos contenidos)


Ilustración de portada: Constelación por Le Yad.


Editorial: Dualidad por Pablo Concha


“Náufragos de la Tierra” por Hugo Armando Ramos


(El índice se irá actualizando hasta el 31 de diciembre, según se publiquen nuevos contenidos)



Revista Cosmocápsula número 11. Octubre – Diciembre 2014

jueves, 2 de octubre de 2014

Astronomia en Octubre

Hola:


Con este correo cumplo 15 años de mensajes mensstarfield_by_gizmo385-d35qps4uales sin interrupciones con la información básica para planear eventos para todos los amigos de la astronomía.


En este mes de Octubre el evento es el Eclipse Total de Luna del día 8. En Colombia, Ecuador, Perú, Centroamérica y México se observará al amanecer con la Luna llena descendiendo por el horizonte al Occidente. Entonces, hay que buscar sitios altos, horizontes bajos, y anticipar por donde se observará el eclipse. 


En seguida más información sobre este eclipse y los principales eventos del mes de octubre.


Saludos cordiales


Germán Puerta


www.astropuerta.com

cel 315-3473859

@astropuerta



1. Principales eventos celestes de Octubre 2014


  • Miércoles 1 – Luna en cuarto creciente

  • Martes 7 – Oposición de Urano

  • Miércoles 8 – Luna llena

  • Miércoles 8 – Eclipse Total de Luna

  • Miércoles 15 – Luna en cuarto creciente

  • Martes 21 – Lluvia de meteoros de las Orionidas

  • Jueves 23 – Luna nueva

  • Jueves 23 – Eclipse parcial de Sol visible en México, Estados Unidos y Canadá

  • Sábado 25 – Ocultación de Saturno por la Luna visible en el Este de Canadá y Europa

  • Viernes 31 – Luna en cuarto creciente


2. Efemérides históricas principales de Octubre de 2014


  • Sábado 4 – 1957: La Unión Soviética lanza el Sputnik 1, primer satélite artificial

  • Domingo 5 – 1882: Nace Robert Goddard, físico estadounidense, pionero del lanzamiento de cohetes con combustible líquido

  • Martes 7 – 1959: La sonda Lunik 3 envía las primeras imágenes de la cara oculta de la Luna

  • Martes 7 – 2008: Cae el meteorito 2008 TC3 en Sudán, primer impacto pronosticado

  • Viernes 10 – 1846: William Lassell, astrónomo inglés, descubre a Tritón, luna de Neptuno

  • Domingo 12 – 1964: La Unión Soviética lanza la misión Voskhod 1, primera con tripulación múltiple

  • Miércoles 15 – 1829: Nace Asaph Hall, astrónomo estadounidense, descubridor de las lunas de Marte 

  • Miércoles 15 – 2003: China lanza a Yang Liwei, primer taikonauta en el espacio

  • Martes 21 – 2003: Descubrimiento del planeta enano Eris, más grande que Plutón

  • Miércoles  22 – 2136 a.C.: En China, primer registro de un eclipse de Sol

  • Miércoles  22 – 1975: La sonda Venera 9 envía las primeras imágenes de la superficie de otro planeta, Venus 2008: India lanza su primera misión hacia la Luna

  • Viernes 24 – 1851: William Lassell descubre a Umbriel y Ariel, lunas de Urano

  • Sábado 25 – 1671: Giovanni Cassini descubre a Iapetus, luna de Saturno

  • Martes 28 – 1971: Inglaterra lanza su primer satélite artificial

  • Viernes 31 – 1992: El Vaticano reconoce que la Iglesia se equivocó al condenar a Galileo Galieli por la sospecha de herejía


Eclipse Total de Luna

Octubre 8 de 2014




En las horas del amanecer del miércoles 8 en Colombia se podrá apreciar un Eclipse Total de Luna.


Los eclipses resultan por una precisa alineación de los tres astros, el Sol, la Tierra y la Luna, y son consecuencia de la revolución de la Luna alrededor de la Tierra, algunas veces bloqueando el Sol -eclipse de Sol-, y otras pasando por la sombra de la Tierra -eclipse de Luna.


En los eclipses totales de Luna, esta entra en la sombra de la Tierra justo cuando se encuentra en su fase de Luna llena, produciendo maravillosos efectos que tienen la ventaja que se pueden observar sin riesgo a simple vista o con instrumentos.


El primer contacto de la Luna con las sombras de la Tierra se llama penumbra, momento en el cual lentamente nuestro satélite toma un color ceniciento. En seguida al entrar en el cono de oscuridad, -conocido como umbra- se produce un notable cambio de colores en la superficie lunar, frecuentemente rojo, naranja y amarillo.




El eclipse total de Luna del 8 de Octubre de 2014


El eclipse total de Luna del 8 de Octubre se podrá observar en todas sus fases en el Noroeste de Norteamérica y en el Océano Pacífico. En Colombia, Ecuador, Perú, Centroamérica y México se observará al amanecer cuando la Luna llena esté descendiendo por el horizonte al Occidente.


El evento comienza con el primer contacto de la Luna con el área externa de la sombra terrestre, exactamente a las 3:15 am (hora de Colombia). Esta penumbra apenas produce un ligero oscurecimiento de la superficie lunar.


Los cambios notorios comienzan cuando la Luna entra en la región más oscura de la sombra terrestre, la umbra, lo cual sucederá a las 4:14 am. En minutos los observadores notarán una sombra circular avanzando lentamente por la zona Oeste de la Luna, mientras esta entra más profundamente en la sombra terrestre.


El oscurecimiento de la Luna será a cada instante más evidente hasta que, justo cuando el disco lunar entra completamente en la sombra terrestre, -inicio del eclipse total de Luna a las 5:25 am- esta no desaparece sino más bien se enciende nuevamente con extraordinarios tonos rojizos y naranjas. Este fenómeno que en la antigüedad generó toda clase de mitos y supersticiones, hoy es bien entendido puesto que la atmósfera de la Tierra actúa como un prisma y desvía parte de la luz solar, especialmente las ondas rojas del espectro, arrojándolas en la sombra terrestre. En esencia, lo que ilumina la Luna con sus tonos rojizos durante los eclipses es la luz de todos los atardeceres y amaneceres de nuestro planeta.


La fase total del eclipse tendrá una duración de 1 hora aproximadamente, pero en Colombia, Ecuador y Perú,  la Luna se ocultará bajo el horizonte en fase de eclipse total. Por ello, para apreciar el evento, todos los observadores y astrofotógrafos tendrán que ubicarse en sitios altos y con una vista lo más despejada posible del horizonte al Occidente.


Los tiempos del eclipse para todos los países en su hora local y más información en


http://eclipse.gsfc.nasa.gov/

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Astronomia en Octubre